sábado, 21 de marzo de 2015

PINTURAS DE PRIMAVERA

                                                 
 LA PRIMAVERA DE BOTTICELLI

Sandro Botticelli (1445-1510) pintor italiano del Renacimiento. Realizó esta pintura entre 1480 y 1481. Mide 203 centímetros de alto y 314 de ancho, y está en la famosa Galería Uffizi en la ciudad de Florencia, Italia.

Según la interpretación mitológica la escena transcurre  probablemente en el famoso jardín de las Espérides representado como un bosque de naranjos donde el suelo se compone por un prado formado por una gran variedad de vegetales y flores; con un cielo azul de fondo, en el que se disponen nueve personajes.

El primero a la derecha es Zefiro, viento de primavera que rapta por amor a la ninfa Clori, a quien deja embarazada; de este acto la ninfa renace y se transforma en Flora, representada como una mujer con un vestido floreado y que propaga flores hacia la tierra.

La composición gira en torno al personaje central, una mujer con manto rojo, Venus, símbolo del amor más elevado, que observa toda la escena. Sobre ella vuela su hijo Cupido.

A su izquierda se encuentran las tres Gracias que están bailando. Más  a la izquierda se encuentra Mercurio, el mensajero de los dioses, representado con las alas en los pies, que alejaba las nubes, con el caduceo, para tener una eterna primavera.



  LA PRIMAVERA DE ARCIMBOLDO

Giuseppe Arcimboldo (1527-1593) pintor italiano conocido sobre todo por sus representaciones del rostro humano a partir de flores, frutas, plantas, animales u objetos; colocados de tal manera que todo el conjunto tenía una semejanza reconocible con el sujeto retratado.
En  la Primavera retrata un rostro humano partiendo de frutas, flores, plantas, verduras y objetos relacionados con la estación primaveral. 
Sus obras  fueron consideradas de mal gusto para la gente de la época y muy valorado en la actualidad y, especialmente, ha  sido muy imitado por los surrealistas. 

                        LA PRIMAVERA DE GOYA
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) pintor español de la corte de CarlosIII y Carlos IV.  Esta pintura forma parte de una serie  de trece cartones con el tema de las Cuatro Estaciones y otras escenas campestres, descritas como "Pinturas de asuntos jocosos y agradables". Fue un encargo del Príncipe de Asturias (futuro Carlos IV) en 1786-1787, para su palacio de El Pardo con la idea de convertirlos en tapices.

La Primavera está representada como una escena contemporánea de su autor, en un soleado paisaje primavera,l con altas montañas en el fondo inspiradas, tal vez, en la sierra de Guadarrama cercana a Madrid.
La composición piramidal es un recurso utilizado por Goya frecuentemente, debido al gusto por este esquema en la época. En la escena, una joven ofrece de flores, vestida con el atuendo de las majas, a la señora que pasea con su hija que tira de la mano de la mujer para que ande, en una actitud infantil muy natural. Tras ella, un campesino que pide silencio, pretende sorprenderla con un conejo, símbolo de la fertilidad y también de la primavera. 
La luz primaveral envuelve a las figuras por lo que utiliza los tonos claros. Emplea una pincelada muy suelta y obtiene los detalles de los vestidos a través de manchas de color.


 CAMPOS DE PRIMAVERA DE MONET

Claude Monet (1840-1826), pintor francés, fue uno de los fundadores de la pintura impresionista. Siempre fue amante de la naturaleza, desde su adolescencia acostumbraba a pasear por el campo y la playa que fueron los paisajes inspiradores de su pintura.

Pintor del cielo, del día claro, de la luz y de la naturaleza, plasmó con técnicas impresionistas,  los colores primaverales que adornaban sus campos se reflejan mágicamente en esta obra pintada en  1887. 




 LA PRIMAVERA DE MILLET


Jean François Millet (1814-1875) pintor francés perteneciente a la corriente realista y naturalista. En su obra La Primavera, describe una naturaleza serena y humanizada. La pequeña figura de campesino debajo del árbol en el centro es la expresión de un encuentro, de un diálogo impregnado de lirismo y de poesía, entre el hombre y la naturaleza. 

Se trata de una naturaleza amada y habitada, lo que se plasma, en particular mediante las florecitas sembradas por la orilla del camino. En ella se ha plantado un vergel, instalado una carretera, construido una valla. Aquí, todo es símbolo: la trayectoria de los nubarrones de tormenta, la tierra lila ámbar, las ramas despojadas y cortadas de los árboles sugieren la huida del invierno, mientras que los árboles en flor, el verdor claro del bosque son las señas de la renovación primaveral.

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